26 ene 2010
INSOMNIO
Aún no entiendo bien el motivo que me lleva a escribir esta mañana.
Esta noche no he dormido practicamente nada. Me acosté cuando el reloj rayaba ya casi las 03:00 de la madrugada, sin sueño y con una temperatura corporal más cercana a la de los muertos que a la de los vivos. Una lectura me tenia retenida e inmersa frente al ordenador. Sólo atinaba a decirme a mi misma....otro capítulo y a la cama. Leí todos los capítulos, incluso algunos escritos que ni si quiera pertenecían a esa serie. No podía dejarlo. De repente mi sentido común, supongo, me ordeno ir a la cama. Ya estaba bien. Era hora de acostarse quisiese o no ya que debía responder en mi trabajo por la mañana.
Me metí dentro de las sábanas y me tapé hasta la cabeza, cosa que no suelo hacer nunca, ya que me agobia ese calor que hay bajo las mantas. Pero anoche nada. Me levanté a por unos calcetines para ponermelos e intentar atrapar así cualquier pequeño resquicio de calor que emitiese mi cuerpo. Nada. Me doblé y contorsioné de forma casi imposible sobre mi misma buscando cualquier indicio de calor humano que desprendiese mi cuerpo. Nuevamente la nada es lo que encontré por resultado.
No sé cuánto tiempo he permanecido así. Las noches de insomnio son largas y fructíferas en pensamientos.
Le daba vultas a todo. A la lectura que me mantuvo pegada a una pantalla, a mis sentimientos, a mis sensaciones...pero sobre todo dándole vueltas a una vida que no parece mia.
No sé si alguien me comprenderá, es una pregunta que lanzo al mundo ¿alguna vez alguien sintió que era un mero espectador de su vida? Yo sí.
Siento que miro desde fuera, que no tengo el menor derecho a participar de ella.
Hoy siento desolación. Como si un animal salvaje me hubiese quitado un trozo del alma de una dentellada. Es una sensación angustiosamente familiar para mi. Demasiadas noches sin dormir. Demasiadas noches en vela. Demasiados años de vigilia. Demasiados años de espera.
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